por Valeria Montenegro
Impulso regional
Con el fin de apuntalar un sector que viene creciendo a pasos agigantados, el INTI conformó una red de asistencia productiva en la que intervienen técnicos de los centros de investigación y desarrollo de todas las provincias del país.
Desde hace más de dos décadas, los emprendimientos abocados a la producción de cerveza artesanal vienen creciendo a lo largo y ancho de Argentina. Tal es así que en un estudio reciente realizado por el INTI se detectaron más de 500 emprendimientos y microemprendimientos destinados a la fabricación de ésta bebida que parece ser una de las más elegidas por los argentinos.
Estos emprendimientos cerveceros artesanales ofrecen una gran variedad de bebidas, sabores y aromas y además crean puestos de trabajo. Pero creer que la tecnología no es necesaria en la cerveza artesanal es caer en una falacia. En este sentido, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial presentó La Red Nacional de Cervecería Artesanal con el fin de fortalecer al sector, mejorar los procesos productivos, la calidad y comercialización.
“El objetivo de la Red es fortalecer a la industria. Hoy tenemos un sector incipiente que está creciendo y generando empleos. Cómo organismo de innovación y transferencia tecnológica nuestro rol es acompañar al sector en el camino productivo, ofrecerle las herramientas con las que contamos para que puedan crecer, desarrollarse, afianzarse productivamente” indica Erica Stacey, directora del Centro Agroalimentos del INTI.
Mejoras y aumentos en la productividad, calidad, aplicación de Tecnologías de Gestión, Buenas Prácticas de Manufacturas, tratamiento de efluentes, son algunas de las temáticas sobre la que trabajará la red.
A partir del estudio realizado, se detectaron algunas características compartida por la mayoría de los productores: tipo de envasado (barril y botellas principalmente), canales de comercialización y distribución, qué ocurre con la estacionalidad del producto y restricciones tales como financiamiento (que conlleva a la modernización de los equipos), disponibilidad de materia prima a lo largo del año, almacenamiento, reducción de costos, capacitación de RRHH, oportunidades para aumentar la producción, entre otras.
El tratamiento de los efluentes de las cervecerías artesanales representa un desafío y una oportunidad para el sector teniendo en cuenta que por cada litro de cerveza artesanal producida se usan de cuatro a ocho litros de agua. Si hay consumo de agua hay generación de efluentes que varían por la materia prima, las rutinas de producción, el mantenimiento de las instalaciones y las prácticas de limpieza. Aún así estos efluentes tienen valor, con ellos se puede elaborar una serie de subproductos.
En la actualidad participan de la Red representantes de todos los centros de investigación del INTI del país: Mar del Plata, Rosario, Mendoza, Misiones, Santiago del Estero, Entre Ríos, Tandil, Salta, San Luis, La Pampa, Chubut, Neuquén, Rio Negro, Tucumán y La Rioja. Las Unidades de Extensión de Bariloche, San Martín de los Andes y Tierra del Fuego. También los centros de Ambiente, Tecnologías de Gestión, Biotecnología, y Agroalimentos del INTI.