por Agustín Vázquez
PROCESAMIENTO DE PIELES
El Centro INTI Cueros trabajó en el proyecto a partir de la demanda de la Municipalidad de la ciudad bonaerense. El objetivo es aprovechar las pieles ovinas para destinarlas a la producción de calzados, guantes y carteras.
Como parte del apoyo que el INTI brinda a los sectores industriales y productivos del país, y también en función de los vínculos que se generan con los municipios, el Centro de Cueros acompaña el emprendimiento del municipio de Tapalqué para poner en funcionamiento una curtiembre que trabaje en relación al frigorífico que ya es propiedad del Estado local. Allí se busca aprovechar las pieles ovinas para a futuro generar calzados, guantes y carteras.
Con la idea de agregar valor a la materia prima con la que cuenta el frigorífico, funcionarios de la Municipalidad de Tapalqué consultaron a INTI Cueros sobre las potencialidades de sus pieles, sus características y todo lo necesario para poner en funcionamiento un establecimiento curtidor. “Se realizaron varias pruebas, de curtido y de comportamiento del cuero con ensayos físico-mecánicos”, contó el director del Centro, Alejandro Markán.
En principio, se planteó un objetivo moderado: procesar alrededor de 500 pieles mensualmente. Con esa meta como referencia, técnicos del Instituto comenzaron a analizar las pieles que se llevaban a la localidad de Gonnet, en el municipio de La Plata, donde se encuentra la sede de Cueros; y a brindar capacitaciones a ciudadanos de Tapalqué, con el fin de enseñarles a curtir. “Si el objetivo inicial era tratar 500 por mes, con 20 o 30 personas dedicadas a la tarea se podía concretar, en forma artesanal”, explicó José Martegani, del Centro del INTI. En total se realizaron 12 clases y asistieron 35 tapalquenses.
Sin embargo, luego se definió que se podía encarar el emprendimiento con un enfoque industrial, no artesanal. En Gonnet continuó el trabajo con las pieles ovinas de Tapalqué, con adaptación de fórmulas y sin cromo, “cuestionado por cierto grado de toxicidad” -señaló Martegani.
“Se puede producir vestimenta, marroquinería, talabartería; calzado tal vez, combinado con otro cuero. Eso implicaría desarrollo laboral”, destacó por su parte Markán.
El diseño de la planta, “llave en mano”, ya fue realizado por parte del INTI, que ahora está abocado al estudio del tratamiento de efluentes, a fin de lograr la forma más limpia y respetuosa del ambiente; una tarea nada sencilla en una actividad que implica 15 o 20 pasos de proceso, según señalaron desde Cueros. El municipio aguarda definiciones respecto de este tema y luego deberá analizaron opciones de financiamiento para planificar la construcción de la planta de curtido.
Según expresó el secretario de Producción de Tapalqué, Pablo Saint Martin, en el gobierno local piensan en la posibilidad de conformar una asociación público-privada o en replicar la experiencia llevada adelante con una fábrica de quesos, que era de propiedad municipal -al igual que el frigorífico que hace años funciona allí- y fue transferida a una cooperativa. Además, existe la posibilidad de que lo producido lleve un sello o marca “Tapalqué”.