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El consumo de carne de cerdo en Argentina presenta un marcado crecimiento y hay indicios de mantenimiento de esta tendencia para los próximos años. La carne aviar también muestra aumento en consumo, pero cercano al promedio de otros países y no se espera un crecimiento tan marcado. No obstante, como alternativa al esquema de producción integrado tradicional, la instalación de plantas de engorde y faena pequeñas, bajo un esquema de trabajo diferente, está siendo impulsada por cámaras sectoriales y diversas economías regionales.

Ante este panorama, la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC), integrante del Cluster Agroalimentario Córdoba, convocó al sector metalmecánico provincial para analizar opiniones técnicas y posibles proyectos, realizando en sus instalaciones la jornada "Una mirada del sector agroalimentario como alternativa para el desarrollo de productos metalmecánicos".

El encuentro comenzó con una exposición a cargo del ingeniero agrónomo Fernando Ustarroz (EEA INTA Manfredi), en la que realizó un análisis de las tendencias de consumo de carnes en Argentina. Ustarroz destacó especialmente el potencial de demanda de carne porcina. En función de un consumo de 16 kilogramos por habitante por año, y considerando distintos escenarios, estimó que en la provincia de Córdoba podrían construirse entre 150 y 300 establecimientos de producción porcina para satisfacer dicha demanda, lo que a su vez generaría la necesidad de construir por lo menos 60 establecimientos de faena.

A continuación expuso el ingeniero Jorge Alvarez, del Programa de Asistencia a Consumidores y a la Industria de Manufacturas de INTI, equipo del cual asistieron al evento también la ingeniera Verónica Barrera y el diseñador industrial Cristian Zaszczynski. Alvarez presentó los proyectos “Frigorífico avícola de pequeña escala”, “Sistema de movimiento para faena de porcinos”, “Sistema de faena móvil para ganado menor” y “Sistema de almacenamiento de expeller de soja”, proyectos todos en los cuales se ha completado el diseño y están listos para transferir, esto significa que los planos y demás información técnica están a disposición de quien quiera fabricarlos.

El Frigorífico avícola de pequeña escala se presenta como alternativa concreta para el desarrollo local y el agregado de valor en origen de cadenas como la del maíz. Se trata de una planta de faena para 1200 aves/día, cuya diferencia conceptual con las plantas tradicionales es que en este caso no es la noria de traslado la columna vertebral alrededor de la cual se montan las diferentes operaciones, sino que se diseñaron puestos de trabajo fijos en los que se desarrollan grupos de operaciones. El traslado de las aves entre los distintos puestos se realiza de manera manual. A esto se ha agregado una mirada industrial, ya que la línea de producción ha sido pensada para que funcione de manera equilibrada, sin tiempos muertos, retrocesos o acumulación de stocks intermedios.

La unidad de faena móvil es un sistema de instalaciones montadas sobre un camión con un carrozado térmico de 9 metros de largo, en el que se distingue una “zona sucia” separada de la “zona limpia” por un filtro sanitario, tal como lo indica la normativa de faena. También dispone de cámara frigorífica con capacidad para 25 cerdos u 80 cabritos o corderos. Cuenta también con un gabinete donde se procesarán las muestras para el análisis de triquinosis. Todos los equipos individuales que componen el sistema han sido diseñados por los técnicos del INTI. Varios procesos se realizan utilizando aire comprimido y el calentamiento del agua se hace por medio de resistencias eléctricas, debido a la inconveniencia de tener que transportar depósitos de gas envasado o la imposibilidad de contar con vapor para el proceso.

“Coincidimos en que hay oportunidades de crecimiento, no solamente por el aumento del consumo de estas carnes, sino también por la escasa participación actual de empresas cordobesas de bienes de capital en el sector, el que presenta una fuerte concentración geográfica en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y CABA, con casi el 90% del total. Hay casos como la producción de alimento balanceado, donde la principal materia prima, el maíz, viaja a otras provincias, es procesada y vuelve a entrar a Córdoba, por supuesto con encarecimiento por el transporte”, destacó Alvarez, y agregó: “Lo más interesante sería que la industria metalmecánica de Córdoba pudiera diversificar su producción, apuntando a una mayor participación en la construcción de instalaciones y equipamientos relacionados con estas cadenas de valor.”

En la actualidad existen proyectos concretos de frigoríficos avícolas de pequeña escala, como es el caso del Valle Medio del Río Negro, donde en un esquema de trabajo conjunto con la Agencia de Extensión Rural del INTA, con la participación de la provincia, los municipios locales y grupos de productores se está avanzando en la instalación de una planta en la localidad de Luis Beltrán.

El Cluster Industrial Agroalimentario de la provincia de Córdoba es una alianza estratégica entre las cámaras de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC) y de Agroalimentos y Biocombustibles de Córdoba (CABIOCOR); la filial provincial de la Federación Agraria Argentina (FAA), el INTA y el INTI.

Más información sobre los desarrollos presentados por el INTI: ACIM