por Pablo Beccari
EN TUCUMÁN
El Instituto, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y el especialista internacional en diseño de moda en cuero Salvatore Procopio, llevaron a cabo jornadas de formación en moldería y marroquinería de cuero caprino. Es el comienzo de un ciclo de capacitaciones en la región, para una actividad de gran potencial dentro la cadena de valor de la producción animal.
El norte argentino tiene una importante producción animal y de diversas especies, como: vacuno, caprino, ovino y camélidos, por nombrar solo alguna de ellas. “Si hoy el productor primario vendiera además de la carne, la piel conservada, el incremento de su rentabilidad sería importantísima”, explica Hugo Enciso, jefe del Departamento de Fibras y Pieles Naturales NOA del INTI.
En esa línea, el Instituto trabaja en la transferencia de conocimientos para el agregado de valor al cuero, a través de su curtiembre y producción de productos altamente competitivos en el mercado nacional e internacional.
Como parte de esta estrategia de aumento productivo, junto al Gabinete de Diseño de Indumentaria y Textil (GDIT) de la FAU-UNT, el INTI organizó jornadas de capacitación, que estuvieron a cargo del experto mundial en diseños de moda en cuero, Salvatore Procopio.
El experto es un reconocido diseñador que se desempeñó como referente en la materia para la Unión Europea en nuestro país, además de la extensa experiencia en marcas mundiales líderes como Dolce & Gabanna y Nina Ricci, entre otras empresas italianas.
Durante las jornadas, más de 30 personas - entre ellas: diseñadores, curtidores y costureros– se formaron en moldería y técnicas de alta marroquinería, contemplando las distintas etapas de la manufactura como proceso y tipos de curtido, sistemas de corte, tipos de costuras y terminaciones estéticas para la obtención de productos de calidad premium. Por su parte, Mario Fiori, agente del departamento anteriormente mencionado, argumentó sobre la importancia para la economía regional del agregado de valor a los productos de origen.
“Desde el INTI impulsamos el agregado de valor, como principal variable para mejorar la competitividad de nuestros productos (argentinos). Por eso, este es el comienzo de un ciclo de capacitaciones que pondremos en marcha para desarrollar en los trabajadores del medio técnicas de alta performance con vistas hacia el desarrollo industrial”, enfatizó Enciso.
Desafío: del campo a los mercados internacionales
Como institución de desarrollo e innovación, el INTI viene impulsando el agregado de valor (desde el origen) en toda la cadena productiva. “Hace algunos años atrás, comenzamos a concientizar mediante un protocolo, la conservación de las pieles, haciendo entender al productor que también son parte de las ganancias y no deben descartarse, como venía ocurriendo”, comenta Mario Fiori, integrante del Departamento de Fibras y Pieles Naturales. Explicó también que a través de la transferencia de técnicas avanzadas para la manufactura, se consiguió generar el concepto de trabajo mancomunado entre los productores de la región, para llevar la actividad a otra escala: la semi-industrialización. “Esto se logró en gran parte porque desde el INTI pudimos desarrollar técnicas y procesos en nuestra planta de curtiembre, que luego fueron replicadas por los usuarios” agregó Fiori al respecto.
Para finalizar, remarcó la importancia de la capacitación de los actores de la región, y aseguró que “en el norte argentino existe un gran potencial para seguir desarrollando la marroquinería fina y que los productos puedan ser comercializados de manera competitiva en el mercado nacional e internacional”.
