por Esteban Rosso
Una de las empresas nacionales de impresoras 3D con mayor presencia en el mercado, se acercó al INTI para realizar un estudio de usabilidad del modelo que comercializa con éxito. La asistencia permitió mejorar la experiencia de uso de sus equipos.
La impresión 3D es un proceso de fabricación utilizado para la producción a pequeña escala de objetos a partir de un original virtual modelado digitalmente. “Hoy el mercado factura en todo el mundo más de 12 trillones de dólares anuales y tendrá un papel central en la industria del futuro”, destaca el estudio “Fabricación de impresoras 3D en argentina”, realizado el INTI con el objetivo de conocer el sector, analizar los condicionantes para el desarrollo de fabricantes nacionales y sugerir líneas de acción para maximizar su aporte a la economía local.
Ante este panorama, la empresa Chimak 3D, de la localidad de Caseros, nacida hace más de 50 años como autopartista e inyección a plástico, decidió apostar a nuevos desafíos e incursionar en el sector de impresoras 3D. En 2011 vieron la posibilidad de fabricar este tipo de equipos y durante los primeros años se dedicaron a al análisis y estudio hasta que lanzaron su primera impresora 3D. Ya con varios equipos en el mercado realizaron un ensayo de usabilidad en el INTI que les permitió cambiar el diseño para una mejor experiencia de uso, por parte de sus clientes.
El Instituto realizó un análisis completo sobre la interacción de los usuarios con uno de sus productos: la impresora 3D León 2040. El estudio contempló la rapidez y facilidad con que las personas llevan a cabo las tareas propias a través del uso del objeto de estudio. Estos ensayos se enmarcan dentro de la corriente del “Diseño centrado en las personas”, con un enfoque de la disciplina que considera a los usuarios de los productos y servicios de manera integral, teniendo en cuenta las capacidades, limitaciones y deseos de los individuos para diseñar bienes y servicios más adecuados a sus necesidades.
El trabajo realizado por el INTI consistió, en primer lugar, en evaluar la información del producto presente en distintos soportes y el equipo en sí mismo, pero también en verificar la web y las redes sociales de la empresa. En segunda instancia, se llevó adelante un estudio de usabilidad donde varias personas operaron la impresora 3D simulando una situación de uso hogareña. En este punto, se observó y se tomaron notas sobre las distintas tareas que realizaron y los problemas que surgieron en la interacción.
"La diferencia entre ambos equipos es notoria y con las mejoras implementadas en el diseño a partir de las sugerencias del informe, logramos un producto de mejor calidad, más competitivo en el mercado y de mayor aceptación por parte de sus clientes”David Cimino
Por último, se realizó una evaluación integral con expertos en la materia donde se analizaron aspectos técnicos del equipo, como el diseño de piezas, su funcionamiento, entre otros temas. Con toda la información se elaboró un informe de mejoras para que la empresa pudiera aplicar en su producto. Para David Cimino, titular de Chimak 3D, el trabajo con el INTI les dio una mira interesante desde el usuario que a veces, en el día a día, se suele dejar de lado. “La diferencia entre ambos equipos es notoria y con las mejoras implementadas en el diseño a partir de las sugerencias del informe, logramos un producto de mejor calidad, más competitivo en el mercado y de mayor aceptación por parte de sus clientes”, concluyó Cimino.
