por INTI Comunicación
Hoy es un día muy triste para toda la comunidad del INTI. A los 94 “jóvenes” años ha fallecido el ingeniero Rafael Kohanoff. Además de haber sido una persona muy querida fue un orgullo para el Instituto.
Con una larga y variadísima trayectoria como funcionario público, miembro de organizaciones científicas y tecnológicas, creador de entidades sin fines de lucro y de decenas de industrias, pasó por el INTI en los años 70 y más tarde, a sus ochenta años, regresó con un nuevo desafío para el Instituto: poner la tecnología a disposición de las personas más vulnerables -los adultos mayores y las personas con discapacidad- con el único objetivo de mejorar su calidad de vida. Donde había una necesidad, Rafael pensaba cómo la tecnología podría brindar una solución.
Así, con convicción y una energía incansable, presidió durante más de 10 años el Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad, desde el cual impulsó diferentes líneas de acción que tuvieron alcance en todo el país: el trabajo con escuelas técnicas para que los mismos alumnos construyan sillas de ruedas; los programas de prevención visual y auditiva; la puesta en marcha de talleres de prótesis y ortesis; la fabricación y colocación de aros magnéticos en espacios públicos y escuelas; el diseño de ayudas tecnológicas simples para adultos mayores; el desarrollo de indumentaria para la discapacidad y de simuladores de marcha y exoesquelestos para la rehabilitación de pacientes. También impulsó acuerdos de cooperación con diferentes instituciones, convocó congresos y numerosos encuentros que dieron a conocer los alcances del INTI para desarrollar tecnologías que puedan atender necesidades sociales. Esa era la preocupación que lo llevó a Rafael a mantenerse activo y joven hasta el final.
Rafael Kohanoff nació en la localidad chaqueña de Charata, en 1925, estudió ingeniería química en la Universidad de Santa Fe. Creó empresas manufactureras y tecnológicas y ocupó cargos públicos. Durante el gobierno de Perón fue asesor y presidente de la Corporación para el Desarrollo de las Pequeñas y Medianas Empresas (COPYME) y miembro del Consejo Directivo del INTI en 1973. Durante el gobierno de Alfonsín fue presidente de la Confederación General de la Industria y más adelante, en el gobierno de De la Rúa, ministro de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires. Renunció voluntariamente a cualquier jubilación de privilegio y pasó sus últimos años trabajando en nuestro Instituto. En el año 2013 recibió del Congreso de la Nación la máxima distinción de honor Domingo F. Sarmiento por su trayectoria y aportes a la sociedad y el bien común (foto), entre muchos homenajes que afortunadamente pudo recibir en vida.
Su legado es invaluable y un orgullo para nuestro Instituto. Rafael siempre estará presente en el INTI.