por Liliana Canaves
Durante el encuentro “Respuestas al COVID-19 desde la Ingeniería” organizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Instituciones de Ingeniería (LACCEI), el director operativo del INTI, Marcelo Marzocchini, presentó el desarrollo del ventilador de cuidados intensivos, entre otros aportes del organismo frente a la pandemia.
En el marco de la celebración de los 150 años de la Ingeniería Argentina, este lunes se realizó una conferencia virtual organizada por la OEA y LACCEI, con el objetivo de presentar las respuestas desarrolladas desde la ingeniería para hacer frente al COVID-19. En este espacio de intercambio, el ingeniero Marcelo Marzocchini planteó las múltiples acciones que el instituto viene desarrollando para colaborar con el fortalecimiento del sistema sanitario, haciendo hincapié en el desarrollo del ventilador de cuidados intensivos EVA O2.
“Con la emergencia de la pandemia comenzamos a trabajar en el desarrollo de un ventilador para cuidados intensivos, que tiene como antecedente un proyecto del MIT”,x puntualizó Marzocchini, quien explicó que el dispositivo consiste en un equipo de ventilación controlado por presión donde se analizan diferentes parámetros del paciente como el tiempo de inspiración, la frecuencia de respiración, la presión, etc.
“Uno de los aspectos más interesantes del proyecto es el esquema de articulación público- privada entre el INTI y un consorcio de cinco PyMEs industriales para acelerar los tiempos de desarrollo, garantizar el cumplimiento de los requisitos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y realizar la fabricación a escala del equipo. En el proyecto intervienen 30 profesionales de diferentes áreas del instituto y las empresas MW, FIA implantes, Metalcrafter, Microlux y Aeromedical”, agregó Marzocchini.
“Este proyecto se desarrolló en tiempo record y por estos días estamos trabajando en los últimos ensayos y ajustando los detalles finales del proceso de fabricación a escala para producir 250 unidades y 1000 AMBU (bolsas de ventilación) por día”, detalló Marzocchini.
El desarrollo recibió el apoyo económico de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para comenzar la fabricación a escala y cuenta con la aprobación de prestaciones mínimas de la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación y de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
En el marco de la pandemia, el instituto también acompañó a múltiples proyectos provenientes de todo el país. Se trabajó tanto desde la asistencia técnica básica sobre equipamiento médico hasta su derivación a pruebas clínicas, incluyendo la asistencia sobre requisitos normativos y de fabricación, el acompañamiento en ensayos y la colaboración en el diseño mecánico y/o electrónico. También se brindó asistencia a la industria para el ensayo de elementos de protección personal, termómetros de contacto y de radiación, y equipos de UV para desinfección, entre otras iniciativas.
