por Ezequiel González Simkin
Del 3 al 15 de diciembre, el INTI, a través de la participación de representantes de la Gerencia de Cooperación Económica e Institucional y el Centro INTI Tecnologías de Gestión, llevó a cabo la primera misión del proyecto “Capacitación en Tecnologías de Gestión de la Producción en Mozambique”. Se trata del primer proyecto de cooperación triangular para INTI en África, financiado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).
Dicha misión se desarrolló en las provincias de Nampula y Maputo, y contó con el acompañamiento y gestión permanente del Instituto para Promoção das Pequenas e Medias Empresas (IPEME), dependiente del Ministerio de Industria y Comercio, contraparte técnica de INTI en este proyecto.
El objetivo general del proyecto- a ejecutarse desde 2018 hasta 2021- es fortalecer las capacidades técnicas del IPEME orientadas a la mejora de la productividad industrial en sectores prioritarios de su economía (industria agroalimentaria, gráfica, metalmecánica, logística, madera y muebles).
Durante tres años se realizarán cursos de formación en Argentina, así como misiones de asesoramiento y monitoreo de implementación de herramientas de gestión en empresas localizadas en las cinco provincias donde se ejecutará el proyecto.
Mozambique es un país que, sustentado en su Política y Estrategia Industrial 2016-2025, considera a la industria como un factor determinante para la transformación estructural y el aumento de la competitividad de su economía nacional.
Desde el año 2013, el INTI viene sosteniendo de modo ininterrumpido una presencia importante en el continente africano a través de la ejecución de diversos proyectos de cooperación sur-sur, en países como Angola, Mozambique, Costa de Marfil y Marruecos.
Los auspiciosos resultados y las excelentes relaciones entabladas con las instituciones contraparte han posibilitado el surgimiento de nuevas oportunidades de proyectos superadores, a través de socios como JICA que visibilizan en INTI un referente con capacidad sólida para la transferencia de conocimiento no sólo en América Latina sino también en África.
Este tipo de experiencias abren aún más el amplio abanico de posibilidades de transferencia de conocimiento e intercambio tecnológico con el continente africano.
